Hijo de humildes labradores, le dedicaron desde los siete años a pastor. A los veinticuatro, y tras renunciar a ser heredero de su amo, marcha al reino de Valencia y solicita ser admitido como hermano lego en el convento de franciscanos de Loreto, fundado en Monfort por San Pedro de Alcántara, lo que consigue finalmente tras una negativa inicial. Vive en extraordinaria pobreza, mendicando por los pueblos levantinos y residiendo en diversos conventos (Villena, Elche, Jumilla, Ayora,Valencia, Játiva), hasta que en 1589 fija su residencia en Villarreal, donde será muy conocido y querido por los pobres, a los que siempre atiende y socorre.
La leyenda dice que San Pascual se dedicaba a recoger las sobras de las comidas para ayudar a los pobres, curaba enfermos y atendía a las gentes necesitadas. Se dice también que al estar en la cocina experimentaba una gran alegría y emoción y se ponía a bailar, lo que le distraía de los guisos que preparaba, por lo que los ángeles estaban pendientes de que no se le quemaran otorgando a sus recetas una buena sazón.
Se cuenta que San Pascual, cuando estaba inmerso en la cocina, mientras se dedicaba a bailar invocaba a varios santos para que viniesen en su ayuda
Te lo pido Santa Elena, que la comida me quede buena
San Efrén, que me salga todo bien
Santa Ada, que no dejen nada
Santa Leonor, que tenga buen sabor
Santa Eloísa, que se haga todo deprisa
Virgen de los Dolores; que tenga buenos olores
San Benito, que salga bien el pozolito
San Simón, no se te olvide el limón
Santa Teresa, que esté todo listo en la mesa
Santa Rosa, que la salsa no quede picosa
Santa Tomasa, que me salga bien la masa
San Federico que me quede rico
San Mateo que no sepa feo
San Marcial que no se me pase de sal
San Sansón que todo quede sabrosón
Desde la Época virreinal en Nueva España (México) las cocineras se han encomendado a San Pascual como santo protector de los fogones y de los accidentes en las cocinas. En la actualidad se ofrece el premio San Pascual Bailón a los mejores cocineros y hay refranes populares a manera de rezos al momento de cocinar como: San Pascual Baylón, báilame en este fogón. Tú me das la sazón y, yo te dedicó un danzón.
This is interesting. Thanks for sharing, Norma.
ResponderEliminarQue lindo post.
ResponderEliminarDesconocía que era el patrón de los cocineros.
Besitos
Glad to know about Bailon. Very interesting information, Norma.
ResponderEliminarHave a great Sunday!
Kisses
Mira por donde sabemos quien es el patrón de los y las cocineros 😉siempre aprendemos. Gracias por el enlace que me dejaste en mi blog 👍🏻besinos wapa
ResponderEliminarMuy interesante lo que nos cuentas, no lo conocía. Besos.
ResponderEliminarLas personas humildes que además reparten alegría y lo que poseen, son las mejores. Que vivan todos los San Pascuales bailones!
ResponderEliminarBss
Ricambio con immenso piacere la visita.
ResponderEliminarQuello che ci hai raccontato è molto interessante.
Un abbraccio
Qué bonita entrada, gracias por compartirla con nosotras, me ha gustado leerla!!!
ResponderEliminarBesos.
Very interesting!
ResponderEliminarUn post curioso e interessante, Norma, besos :)
ResponderEliminarOye q bueno saber más
ResponderEliminarHola Norma,
ResponderEliminarJjjjjj... que xula la historia!.
Nunca me había pardo a pensar de que era patrón o pq era santo.
Por lógica lo asociaba al baile pero lo desconocía todo sobre él.
Gracias por compartir estas historias tan interesantes.
Con calma, voy leyendo lo atrasado para mí.
Besos :)
No soy una gran cocinera, pero la próxima vez me encomiendo a San Pascual Bailón. Gracias por su leyenda, que no conocía, aunque sí el nombre del santo. Un abrazo calentito para que no pases mucho frío en este invierno que se os avecina.
ResponderEliminarDescocnocia que San Pascual Bailón era el patrón delos cocineros, la de cosas que aprendo contigo. Un beso y feliz fin de semana 💋💋💋
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