Samantha Jenkins era una chica británica de 19 años. Y, como a millones de personas en el mundo, le encantaba mascar chicle. Tanto, que era una "adicta" a la goma de mascar. Y eso la terminó llevando a la muerte.
La causa de muerte fue una hipoxia, causada por convulsiones debido a los bajos niveles de sales, calcio y magnesio en su cuerpo. Pero al experto patólogo Paul Griffiths, del hospital Morriston donde falleció la chica, su muerte le llamó la atención. Y tras la autopsia empezó una investigación para llegar a la verdadera causa de la muerte de Samantha: los chiclets.
Según informan los medios británicos, la chica consumía grandes cantidades diarias de una marca de chicle sin azúcar, unos 14 por día. Griffits afirma que ese consumo excesivo de chicles endulzados con aspartamo y otros edulcorantes artificiales provocó un "aumento sustancial" de estos componentes en el cuerpo de la chica, que jugaron un rol clave al reducir los niveles de sales.
El experto explicó, consigna el Daily Mirror, que cuando realizó la autopsia se encontró con cinco "grandes grumos" de la menta de color verde brillante de goma de mascar en el estómago de Samantha, algo que nunca había visto antes.
Entonces ¿es bueno o malo mascar chicles?
Según revela un estudio presentado en el Décimo Congreso Internacional de Medicina del Comportamiento, el consumo de esta golosina alivia la ansiedad, mejora el estado de alerta, aumenta la concentración y reduce el estrés. De hecho, después de mascar chicle, los niveles de cortisol –la hormona del estrés– en la saliva se reducen hasta un 16%. A su vez, los ensayos revelaron que mascar chicle puede aumentar considerablemente el rendimiento cerebral a la hora de desarrollar actividades multitarea, llegando incluso a mejorar un 109% los resultados.
Reduce la acidez en la boca: mascar chicle aumenta al doble el flujo de saliva, y la encima de la saliva neutraliza el ácido de los alimentos y las bebidas. Esto constituye su mayor beneficio. Además, la saliva tiene calcio y fosfato de hierro, ambos benéficos para los dientes.
* Reduce el apetito: las personas que mascan chicle tres veces por hora después del almuerzo comen menos golosinas ricas en calorías, porque tienen más saciedad sensorial. Al mascar un chicle dulce, se reduce el antojo de comer cosas dulces.
* Reduce la caries: el xilitol, edulcorante que se añade a algunos chicles sin azúcar, podría reducir la caries porque inhibe el crecimiento de streptococcus mutans, la principal bacteria causante de caries.
* Reduce la acidez estomacal:el mayor flujo de saliva facilita el paso de los alimentos sólidos y líquidos a lo largo del esófago, y ayuda a neutralizar el ácido en este órgano. Conviene elegir chicles con sabor frutal y evitar los de menta.
* Calma la ansiedad: mascar chicle tiene un efecto calmante. Un estudio realizado en Australia demostró que reduce la ansiedad en más del 17% en situaciones estresantes, algo que podría deberse al mayor flujo de sangre al cerebro.
* Ayuda a dejar de fumar: los chicles con nicotina han ayudado a muchas personas a dejar de fumar y los investigadores estudian otros usos medicinales del chicle. En Canadá se está probando un chicle para enfermos de diabetes de tipo 2 que contiene metformina, un fármaco que controla la glucosa.
* Alivio de náuseas: Los componentes de la menta disminuyen las contracciones del estómago, ayudándote a sentirte menos mareada.
En contra:
* No conviene abusar: el chicle no es un alimento y no conviene abusar de él. No es más que goma y aditivos y engañar al organismo con mucho tiempo de masticación y nada en el estómago no es muy positivo: puede generar gases, acidez, irritación intestinal e incluso diarreas.
* Azúcar, exceso de peso y caries: no conviene mascar chicles con azúcar, ya que engordan y provocan caries.
* Malo para la gastritis: quienes sufren gastritis no deberían abusar de los chicles. Lo mismo, quienes tienen problemas de exceso de gases intestinales.
* Ojo con el aspartamo: es un edulcorante usado en algunos chicles sin azúcar, contiene fenilalanina, una sustancia peligrosa para quienes padecen fenilcetonuria, enfermedad hereditaria que afecta el desarrollo del cerebro (los chicles que la contienen llevan una leyenda de advertencia). Para los adultos sanos, la fenilalanina es inocua. Habría que mascar más de 290 chicles para exceder el límite seguro.
* Problemas de etiqueta: los expertos en "buenos modales" aseguran que mascar chicle en público no es de buena educación. Lucinda Holdforth, australiana experta en reglas de etiqueta, no lo perdona: “Tolerar bocas abiertas, una masticación incesante al hablar y, lo peor, chicles que terminan en las veredas o pegados bajo las sillas. Las personas que mascan chicle me recuerdan a los bebés con juguetes en la boca”.
* Ojo con el sorbitol: algunos chicles sin azúcar tienen una sustancia llamada sorbitol que puede ocasionar diarrea crónica y dolor estomacal si se ingiere en exceso.
* Dolor en la mandíbula: mascar chicle fuerza las articulaciones témporo-mandibulares y, si estas se desgastan, el cierre de la boca se altera”, advierte Michael Benninger, presidente del Instituto de Cabeza y Cuello de la Clínica Cleveland, en Ohio. Si solés apretar los dientes al dormir, no conviene abusar del chicle: con sólo 20 minutos de mascar se agravará su dolor de mandíbula
Y después ¿qué hago con el chicle?
Todos hemos disfrutado de lo lindo mascando esas interminables bolas de chicle que nos hacían tan felices de pequeños… y no tan pequeños. Más de uno recordará aquella voz estentórea que nos hacía salir de nuestro mundo bubble gum en el colegio: ‘Sáquese el chicle de la boca.
Sí, a mí me castigaban así y no creo que fuese la única. Lo cierto es que ya de mayores, algunos se han tomado la venganza por su mano. Es el caso de ‘El muro de los chicles de Seattle’, en EE.UU.
‘Bubblegum Alley’, 20 metros de muro engomado en California
Millones de chicles de todos los tamaños, colores y formas cubren una impresionante pared. Allí, en un callejoncito que podría haber pasado sin pena ni gloria, se encuentra el Teatro Market, a cuyas puertas se originó la costumbre hace más de 20 años. Todo comenzó como una protesta de los asistentes al teatro por las colas que debían esperar. En principio, los empleados del local intentaban limpiar la pared, pero al día siguiente el muro de los chicles volvía a estar cubierto. De este modo, a partir de 1994 nunca más volvió a limpiarse.
Mejor no te pregunto dónde dejas tus chicles
Y si alguien supo dónde ponerlo
y no sabés cómo quitarlo de una prenda te cuento que tenés que pasarle por encima un cubito de hielo, aquél se endurece y lo podés quitar fácilmente
http://www.clarin.com/sociedad/chica-anos-murio-mascar-chicle_0_1353464911.html
http://entremujeres.clarin.com/vida-sana/nutricion/bueno-malo-mascar-chicle_0_1334268851.html