Si aún no leíste la primera parte sobre este tema lo podés encontrar en http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2013/05/sal-sodio-1ra-parte.html
Las palabras “sal” y “sodio” no significan lo mismo, pero a menudo se usan
indistintamente. La sal, también conocida por su nombre químico, cloruro de
sodio, es un compuesto semejante al cristal que abunda en la naturaleza y se usa
para sazonar y preservar los alimentos. El sodio es uno de los elementos
químicos que se encuentra en la sal.
Sorprendentemente, algunos alimentos que no saben salados pueden ser altos en sodio, por lo que no debe usar el sabor como guía. Por ejemplo, algunos alimentos que son altos en sodio saben salados, como los pepinillos y la salsa de soya. Pero, también hay muchos alimentos, como los cereales y los productos horneados, que contienen sodio, pero no saben salados. Además, algunos alimentos que com´s varias veces al día, como los panes, al sumarse representan un alto nivel de sodio aunque cada porción por sí sola no sea alta en sodio
Cómo reducir el consumo de sodio
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Leé la etiqueta de información nutricional para ver cuánto sodio hay en
los alimentos que estés considerando. Todos los estadounidenses deben consumir
menos del 100% del valor diario o menos de 2400 mg de sodio cada día. Mirá la
etiqueta para encontrar las opciones con contenido de sodio más bajo, compará el
sodio en las distintas marcas de alimentos, como las comidas congeladas, las
sopas empacadas, los panes, los aderezos/salsas y las meriendas, y elejí los que
contengan menos sodio.
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Prepará tu propia comida cuando puedas. No le añadas sal a los
alimentos antes o mientras los cocinás, y limitá el uso del salero en la
mesa.
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Añadí sabor sin añadir sodio. Usá hierbas y especias, en vez
de sal, para sazonar tus alimentos. Probá el romero, el orégano, la albahaca,
el curry en polvo, la pimienta de cayena, el jengibre, el ajo fresco o el polvo
de ajo (no la sal de ajo), la pimienta negra o roja, el vinagre o el jugo de
limón y las mezclas de condimentos sin sal.
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Consumí alimentos frescos cuando puedas. Comprá aves, carne
de cerdo y carne magra fresca o congelada (no procesada), en vez de carnes
enlatadas, ahumadas o procesadas, como las fiambres, los embutidos y el
picadillo de carne. Los alimentos frescos son generalmente más bajos en sodio.
Además, mirá el empaque de la carne fresca y las aves para ver si se ha añadido
agua salina.
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Cuidado con los vegetales. Comprá vegetales frescos o
congelados (sin salsa) o vegetales enlatados bajos en sodio o sin sal
añadida.
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Enjuagá los alimentos enlatados. Enjuagá los alimentos
enlatados que contengan sodio, como el atún, los vegetales, y las legumbres,
antes de usarlos. Esto elimina parte del sodio.
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Examiná los productos lácteos. Elejí leche y productos
lácteos sin grasa o bajos en grasa, como la leche, el yogurt, el queso y las
bebidas de soya fortificadas (comúnmente conocidas como leche de soya), en vez
de productos a base de quesos procesados o quesos para untar, los cuales
contienen más sodio.
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Escojé meriendas sin sal. Elijí frutos secos y semillas sin
sal, y meriendas como papitas y pretzels, que lean “bajo en sodio” o “sin sal
añadida”.
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Tené en cuenta los condimentos. El sodio en la salsa de
soya, el ketchup, los aderezos para ensaladas y los sobres de condimentos puede
llegar a ser muy alto. Elijí la salsa de soya baja en sodio o con sodio reducido
y el ketchup sin sal añadida, añadile aceite y vinagre a la ensalada, en lugar
de aderezos envasados, y usá sólo una pequeña cantidad del condimento en los
sobres para sazonar, en vez del sobre entero.
- Preguntá en los restaurantes. Pedí que te muestren la información nutricional (cosa complicada) en los restaurantes y elejí una opción con menor contenido de sodio. Pedí que te preparen la comida sin sal y que las salsas y los aderezos para las ensaladas te los sirvan aparte, para así usar menos cantidad. También podés reducir el tamaño de la porción: ¡menos cantidad de comida significa menos sodio! Por ejemplo, pedile al mozo que te empaque la mitad de la comida antes de que llegue a la mesa o compartí un plato principal con tu acompañante.
Anualmente un total de 44.401 muertes de causa cardiovascular son atribuibles a la presión arterial elevada, lo que representa el 54% de la mortalidad cardiovascular en mayores de 50 años: 17.312 por cardiopatía isquémica, 15.599 por enfermedad cerebrovascular y 11.490 por otras enfermedades cardiovasculares. El mayor número de muertes atribuibles corresponde a las categorías de hipertensión grados 1 y 2 (32.638) y a los mayores de 70 años (36.345), y las presiones normal y normal-alta explican un 6% de todas las muertes atribuibles.
Conclusiones
Una de cada 2 muertes de causa cardiovascular ocurridas anualmente a los individuos mayores de 50 años son atribuibles a la presión arterial elevada, y el 90% de ellas son atribuibles a la hipertensión.
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0025775308716245
http://www.fda.gov/Food/IngredientsPackagingLabeling/LabelingNutrition/ucm316876.htm