Las frittelle para los venecianos representan la esencia del Carnaval, y por eso, sólo las encontraremos en esta época. La historia de las frittelle se remonta a la segunda mitad del siglo XIV y su receta es una de las más antiguas que se conservan en la Biblioteca Canatense de Roma.
La frittella era tan conocida y apreciada que está presente en diversos cuadros y obras literarias:
El cuadro de Pietro Longhi, ahora conservado en Ca 'Rezzonico, que representa "la vendedora de frittelle"con sus dulces en un pincho
Las frittelle las cocinaban y vendían los llamados fritoleri. En muy poco tiempo, estos fritoleri se volvieron tantos y tan influyentes en la vida de la ciudad que crearon un gremio durante el siglo XVII, con casi 70 fritoleri. Cada fritolero se encargaba de producir y vender los dulces típicos del carnaval veneciano en una zona de la ciudad.¡Y sólo sus hijos podían sucederlos!.
En el siglo XVIII, las frittelle se convirtieron oficialmente en el postre nacional de la República de Venecia.
Actualmente, durante el Carnaval, los escaparates de todas las pastelerías en Venecia son una fiesta de frittelles de todo tipo, tanto las clásicas con pasas como rellenas con crema chantilly, zabaione (crema de huevo con sabor a Marsala), chocolate, pistacho...
Las encontrarás como bolitas o también como rosquillas, con buso (agujero en veneciano), que es como inicialmente se realizaban.
Seguramente ya tendrás ganas de probarlas pero, si te es imposible llegar hasta Venecia a continuación te dejo la receta según: https://www.venecisima.com/
LOS INGREDIENTES
400 g de harina
130 g de pasas sultanas
2 cucharadas de azúcar
2 huevos L
Aproximadamente 1 vaso grande de leche (250 ml)
1 vaso pequeño de ron
40 g de levadura de cerveza o unos 25 g. de levadura química
una pizca de sal
50 g de mantequilla sin sal (no la lleva la receta original, pero lo aconsejo)
aceite vegetal (de girasol o cacahuete)
azúcar glas
Preparación:
1. Enjuaga las pasas y déjalas remojar en el ron unos 30 minutos.
2. Desmenuza la levadura en una taza y dilúyela en 5 cucharadas de agua tibia. Si utilizas la levadura química no hacer este paso.
3. Tamizar la harina en un bol
4. En un cazo grande pon la leche, la mantequilla, el azúcar y una pizca de sal a fuego medio. En cuanto empiecen a aparecer burbujitas, aparta y echa toda la harina
5. Mezcla muy bien los ingredientes con una espátula hasta que no haya ningún grumo y la masa se despegue fácilmente de las paredes del cazo. Puedes agregar más leche si lo necesitas.
6. Añade los huevos y mezcla con unas varillas manuales o mejor eléctricas a velocidad baja hasta que esté todo integrado. Agrega al final la levadura y las pasas con un poquito de ron y remueve con espátula para mezclar de nuevo.
7. Tapar el cazo con un paño (o con papel film) y poner la mezcla en un lugar cálido hasta que su volumen se haya duplicado, hora y media aproximadamente
8. Pon una sartén con abundante aceite al fuego, y cuando esté caliente forma unas bolas del tamaño de nueces o más pequeñas (no hacerlas demasiado grandes pues quedarán crudas por dentro), con ayuda de dos cucharas grandes o bien de un sacabolas de helado. Moja antes las cucharas en agua pues así se pega menos la masa. 9. Si se queman demasiado rápido es que el fuego está muy fuerte, sólo tiene que burbujear el aceite al echar la masa. Cuando empiecen a inflarse les damos la vuelta para que se frían por el otro lado, a veces se dan la vuelta solos. No eches demasiadas a la vez para que no se peguen entre ellas.
10. Cuando estén bien doradas, sácalas con una espumadera y colócalas en papel absorbente.
11. Espolvorea con azúcar glas y sírvelas calientes.
Variantes: puedes agregar piñones además de pasas, o grappa en vez de ron
También se puede añadir piel rallada de limón (con una cantidad pequeña es suficiente)