Son famosos por su velocidad -en realidad, su falta-, son simpáticos porque llevan su "hogar" a todos lados y perseguidos en los jardines por tener la capacidad de destruir una planta hermosa en cuestión de horas. Hasta hace poco tiempo, esto era lo que -a grandes rasgos- se conocía sobre los caracoles. Sin embargo, un estudio reveló que tanto ellos como las babosas pueden ser portadores de un virus que afecta al cerebro: la angiostrongiliasis ( leer aquí ).
Este mal se transmite al hombre a través de su consumo crudo, por contaminación de agua o alimentos con ellos o sus mucosidades o por manipulación de los moluscos o de vegetales. El mal afecta al cerebro de las personas, causando fiebres y convulsiones violentas que pueden generar hasta la muerte.
Hay casos en Hawaii y en Asia principalmente. De hecho, en la isla norteamericana estudios revelaron que el 75% de los caracoles son portadores de la enfermedad, por lo que los pobladores tienen terminamente prohibido entrar en contacto con los mismos.
En realidad, el caracol no es el principal responsable, sino que es un parásito llamado Angiostrongylus cantonensis que se genera en el organismo de las ratas. Cuando los roedores defecan, las babosas y caracoles entran en contacto en su hábitat natural.
Las personas pueden contagiarse comiendo caracoles infectados -algo muy común en Asia- o, simplemente, por agarrarlos. Además, se traspasa si se comen verduras sin lavar en las que hayan quedado restos de las babas de caracoles infectados.
http://www.msn.com/es-ar/noticias/mundo/el-virus-mortal-que-puede-tener-la-baba-de-caracol/ar-BBzFDED?li=AAggPN3&ocid=mailsignout
No lo había oído jamás. A mí me encantan los caracoles, eso sí, cocinados… Lo increíble es que haya personas que los coman crudos. Gracias por tu información Norma. Un abrazo
ResponderEliminarNunca me han gustado mucho los caracoles, pero después de esta información creo que no me van a atraer nada. Jolín con la enfermedad.
ResponderEliminarUn saludo.
No como pero en el sur de Portugal son muy apreciados.
ResponderEliminarBesitos
Nunca los he comido, la verdad que no me resultan nada apetecibles!!
ResponderEliminarUn besazo guapa !!!
Vaya, no sabía que uno de mis bocados preferidos supusiera un problema al comerlos. Pero en fin, a mí me gustan a la borgoñona, al horno con una salsa de mantequilla, ajo y perejil. Supongo que la angiostrogiliasis ya se habrá muerto tras cocinarlos.
ResponderEliminarNunca los he comido por acá no es común,de todos modos es bueno saber el dato,abrazos.
ResponderEliminarNo es una cosa que coma mucho, pero precisamente el otro día comí unos poquitos en salsa que estaban muy buenos, pero creo que voy a pasar de comerlos aaaaahhhh.
ResponderEliminarBesoss
Pues confieso no haber sido capaz de probarlos nunca. Saludos.
ResponderEliminarRealmente? Oh no lo sabia, mi amiga. Que miedo.. :( He leido con mucho interes, creame. Gracias, eres siempre mi recurso sobre muchas cosas!!! <3 Te quiero un besito estrella!
ResponderEliminarA mi si que me gustan,los como muy de vez en cuando.Gracias por la informacion.besicoss
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