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sábado, 12 de julio de 2025

Se comía pizza en Pompeya

 


Cuando los arqueólogos de Pompeya descubrieron en junio un fresco de casi 2000 años de antigüedad de lo que se ha dado en llamar una "protopizza", hubo gente que estuvo a punto de perder la cabeza. Aunque el trozo de pan plano podía tener carne, verduras o fruta por encima, le faltaba el elemento definitorio de la pizza: el tomate.

La sabrosa fruta no llegaría a Eurconocido como el quinto sabor, es un sabor salado y delicioso que se describe como la sensación de profundidad y satisfacción en la boca, especialmente en la parte posterioropa hasta el siglo XVI, mucho después de que el Vesubio entrara en erupción y diezmara las antiguas ciudades romanas de Pompeya y Herculano en el año 79 dC La pizza tal y como la conocemos no se inventaría en Nápoles hasta el siglo XVIII.

Este fresco descubierto en Pompeya puede parecer una pizza de hace 2000 años, pero los arqueólogos dicen que no puede serlo: en aquella época no se cultivaban tomates en Italia

Aunque los habitantes de Pompeya no comían pizza, los arqueólogos e historiadores han reconstruido gran parte de lo que comían, como condimentos ricos en umami ( conocido como el quinto sabor, es un sabor salado y delicioso que se describe como la sensación de profundidad y satisfacción en la boca, especialmente en la parte posterior),  lirones rellenos (roedor pequeño, un manjar en la antigua Roma, donde aparecía en las mesas de los ricos como un plato delicioso y símbolo de prosperidad) y un antepasado de la lasaña.

Estos descubrimientos hacen de Pompeya un yacimiento arqueológico único e importante. Aunque se calcula que la erupción del Vesubio fue 100 000 veces más potente que las bombas atómicas lanzadas sobre Japón durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad no fue quemada por la lava ni destruida. En su lugar, una gigantesca nube de gas hirviente y ceniza la envolvió casi inmediatamente, carbonizando y preservando gran parte de la materia orgánica, incluidos los alimentos, según Alessando Russo, arqueólogo del Parque Arqueológico de Pompeya.

La dieta de los pompeyanos giraba en torno al pescado. Tal como sostiene Lowe, en una alcantarilla de Herculano se encontraron 43 especies de espinas de pescado. Los habitantes también obtenían sus proteínas de las ovejas, el pollo, las lentejas y las judías, afirma Comegna. También eran comunes los cereales, como la avena y la cebada.

La mayoría de los alimentos de Pompeya eran insípidos. Los antiguos romanos tenían sal en abundancia, pero no muchos otros sabores, por lo que comerciaban con la India para obtener especias como el cinabrio y la pimienta. De hecho, los romanos gastaron tanto dinero en especias que los indios utilizaron la moneda romana como propia durante un tiempo, repasa Lowe.

Pero solo los ricos podrían permitirse las especias. Las casas de los más ricos tenían incluso estanques de agua salada junto a sus comedores, que llenaban de peces para pescar justo antes de una comida, según Lowe. El experto señala que Séneca, el célebre filósofo estoico (y cordobés) de la época, escribió con cierto sarcasmo que un romano no consideraría fresco un pescado a menos que lo mataran en su plato.

Cómo y dónde comían los pompeyanos

Los puestos de termopolios eran esencialmente los locales de comida rápida de antaño. Pompeya cuenta con aproximadamente 80 de estos mostradores, donde los residentes, principalmente trabajadores, se detenían para tomar un pequeño almuerzo caliente o para comprar víveres para la cena, explica Lowe.


Además de vino, hay pruebas de que servían caracoles, patos, cerdos, cabras y pescado en recipientes incrustados en el mostrador.


Dado que no se han encontrado utensilios en Pompeya, Lowe afirma que probablemente comían con los dedos. Los bocados pequeños también eran más cómodos, ya que los pompeyanos comían tumbados en sofás, que se han encontrado en varias casas de la ciudad. Sin embargo, los pompeyanos tenían una vajilla impresionante, como cuencos de terracota y jarras de cristal de colores.


Nadie desayunaba, salvo algún que otro emperador glotón, y el almuerzo solía ser escaso. Los pompeyanos, especialmente los ricos, guardaban todo su espacio para la cena. Las mujeres cenaban modestamente con sus familias. Pero los hombres, sobre todos los ricos celebraban ostentosas cenas, que empezaban sobre las tres o las cuatro de la tarde ya veces duraban hasta altas horas de la madrugada.


"Si querías ser moralmente recto, terminabas al anochecer o a primera hora de la noche. Comías y comías durante 10 platos, hasta que te enfermabas. Te provocabas el vómito y luego seguías comiendo", concluye Lowe.



¿Pizza sin tomate? Estas rarezas comían en Pompeya hace 2000 años | geografía nacional

2 comentarios:

  1. Hola Norma. Los romanos tenían lo que hoy denominamos una mala relación con la comida, pero no se privaban de nada y en algunas elaboraciones nos han llevado ventaja.
    Buen artículo y entretenido para conocer algunas historias gastronómicas de los pompeyanos.
    Bss

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