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sábado, 31 de mayo de 2025

Las crackers ¿Por qué tienen esos agujeritos?



Las galletitas de agua, galletitas como se le dice en Argentina (o galletas), masitas o en inglés water crackers son cuadrados planos y pequeños horneados hechos con masa de harina sin levadura y elaborado con diversas formas.

Crujientes, ligeras e irresistibles: las galletas saladas son el tentempié perfecto para cualquier momento del día. Pero, ¿sabe realmente por qué tienen esos agujeritos en la superficie? No es sólo una elección estética: detrás se esconde una sorprendente curiosidad que combina ciencia, historia y tecnología.

Para entender realmente la importancia de los crackers, debemos retroceder en el tiempo. Los crackers son descendientes directos del hardtack, un pan seco utilizado por marineros y soldados en el siglo XIX. Este pan debía resistir largas travesías y condiciones extremas: su preparación implicaba largas cocciones y agujeros estratégicos para facilitar la deshidratación de la masa.

En 1801 un panadero de Massachusetts, Josiah Bent, quemó un lote de galletas en su horno de ladrillo. El ruido crujiente que hacían las galletas inspiró su nombre (crack significa ‘chasquear’ o ‘crujir’)

Los primeros productores en adoptar esta técnica fueron los panaderos estadounidenses del siglo XIX. En 1876, Nabisco, un gigante actual del sector, inició la producción industrial de galletas saladas, perforándolas ya desde su origen para mejorar su calidad.

La función de los agujeros en la galleta

Para comprender cómo funcionan estos agujeros, es útil entender lo que ocurre mientras la galleta está en el horno:


El agua contenida en la masa se evapora rápidamente.

El vapor tiende a empujar hacia arriba, creando burbujas.

Los agujeros interrumpen este proceso, permitiendo que el vapor escape y manteniendo la galleta plana.

Esto asegura un dorado uniforme, gracias a la distribución homogénea del calor.

Este mismo principio se aplica a otros productos horneados, como el hojaldre o las tartas saladas. Perforar la masa evita que se formen burbujas indeseadas, garantizando una superficie perfecta y un resultado impecable.

¿Los agujeros también afectan al sabor?

La disposición de los agujeros no es aleatoria. Las filas regulares de perforaciones garantizan una cocción uniforme en toda la superficie, evitando imperfecciones y bultos. La cantidad, el tamaño y la ubicación de los agujeros pueden variar según diversos factores:

El tamaño de la galleta.

El tipo de masa utilizada.

El crujiente deseado.

El tipo de horno empleado.

Datos curiosos sobre los agujeros de galleta

Y para terminar, estos pequeños agujeros no solo tienen una función práctica, sino que también esconden curiosidades interesantes. Aquí algunos datos que quizás no sabías:

Distintivo de marca: En muchos casos, el patrón de agujeros es único y fácilmente reconocible, casi como una firma.

Perforación personalizada: Algunos fabricantes cambian el número y el espaciado de los agujeros según el tipo de galleta, ya sea salada, integral o aromatizada.

Tecnologías alternativas en Asia: En Japón y Corea, también fabrican galletas sin agujeros, pero las hornean con vapor a alta presión para obtener el mismo efecto crujiente.

Agujeros patentados: Algunas empresas registran el diseño de los agujeros para proteger su identidad visual o con fines de marketing.

Conclusión: pequeños agujeros, grandes diferencias

Ahora ya lo sabes: esos agujeritos en las galletas no son un simple detalle. Son el resultado de siglos de práctica e innovación, un truco sencillo pero efectivo para asegurar la textura crujiente, el sabor y la óptima conservación. La próxima vez que te comas una, lo harás con una perspectiva diferente y, tal vez, hasta compartas el origen de ese pequeño gran ing



La curiosa razón por la que las galletas tienen agujeros (msn.com)

viernes, 16 de mayo de 2025

El tomate ¿Es tóxico?

                                                                         Shakshuka

El tomate es ahora un ingrediente indispensable en miles de platos alrededor del mundo. Sin embargo, no siempre fue así. Durante siglos, esta fruta, originaria de Mesoamérica, fue vista con desconfianza en Europa, considerada peligrosa y hasta venenosa. Según detalla un informe especial de Smithsonian Magazine, todo comenzó en 1544, cuando Pietro Andrea Mattioli, un respetado herbolario italiano, describió dicho fruto como una mandrágora, agrupación que comprende plantas famosas por sus efectos afrodisíacos y tóxicos.

Esta primera identificación errónea repercutió negativamente, debido al rechazo generalizado hacia las solanáceas que se pensaban eran tóxicas:la papa,el, tomate, berenjena, ají...



A pesar de que el fruto era consumido por los aztecas sin miedo, la percepción europea del tomate quedó empañada por el manto de la desconfianza, reflejando el temor hacia lo nuevo y desconocido.

En el siglo XVI, cuando los conquistadores españoles introdujeron el tomate al sur de Europa tras su regreso de Mesoamérica, el miedo persistía. Smithsonian Magazine menciona que esta fruta se cultivaba principalmente como curiosidad y no tanto como alimento, dado que en esa época prevalecía la idea errónea de su toxicidad.

John Gerard en 1597 (barbero-cirujano) plagió información de otros botánicos y lo describió como “fétido y corrupto”.

Aunque las hojas y el tallo de la planta de tomate son tóxicos, el fruto no lo es; sin embargo, la influencia de Gerard contribuyó a la desinformación y perpetuó el miedo a lo largo de los siglos en Gran Bretaña y sus colonias


A medida que el siglo XIX avanzaba, nuevos temores surgieron con la aparición del “hornworm”, una oruga que infestaba los cultivos de tomate y parecía confirmar los peores temores sobre la planta.

Smithsonian Magazine describe cómo este gusano, debido a su aspecto amenazante y su gran tamaño, era temido y considerado venenoso, impartiendo un supuesto veneno al fruto al entrar en contacto con él

Ahora sabemos que el tomate no es tóxico...entonces ¡ A comer tomate!
El Shakshuka es una sabrosa receta norteafricana e israelí que se prepara comúnmente para el desayuno y, a veces, se sirve en la cena junto con hummus, salchichas y pan de pita. Los huevos se escalfan en una abundante salsa de tomate enriquecida con pimientos morrones, ajo, cebollas y especias. 

Como verás los ingredientes son: huevo, tomate, cebolla y ají No dejes de probarla. Eso sí,  bastante pan para mojar en la salsa!... A propósito... ¿Esto se debe hacer?

Según el protocolo, no se debe empapar completamente el pan en la salsa ni utilizarlo para raspar el plato. Lo ideal es cortar un trozo pequeño, mojarlo de forma ligera y llevarlo a la boca con sutileza. De esta manera, se puede disfrutar del sabor sin parecer ansioso o poco refinado.

¿Qué dice la etiqueta en diferentes culturas?

En Italia, la práctica se conoce como fare la scarpetta y, aunque no se considera muy elegante en cenas formales, es una costumbre ampliamente aceptada y disfrutada en contextos casuales. En Francia, por otro lado, mojar el pan en la salsa puede considerarse inapropiado en ocasiones elegantes, pero no es mal visto en un bistró o en un entorno más relajado. En España, es común y no tiene connotaciones negativas; de hecho, es casi una regla no escrita para disfrutar por completo de un plato.

¿Qué hacemos entonces?

Mirar que hacen los demás y si nadie se decide tomo la iniciativa. Seguramente todos me imitarán,  si no estás seguro, es mejor abstenerse.


La increíble historia del tomate, el fruto que Europa rechazó por miedo - Infobae

miércoles, 7 de mayo de 2025

Te gustan las excentricidades?...Entonces no dejes de probar el chocolate Dubai

Naturalmente es más económico si lo hacemos en casa

El Chocolate Dubái no nació en una fábrica ni fue lanzado por una gran marca. Su origen se remonta a un antojo durante el embarazo de una mujer en Dubái. Su esposo, amante de la pastelería, quiso reunir sus sabores favoritos en una sola pieza: pistacho, tahini, knafeh crujiente (un postre tradicional árabe elaborado con kadaif) y chocolate. Así nació esta tableta que hoy es furor global.

 

En el mundo de la gastronomía, el chocolate siempre ha ocupado un lugar especial. Sin embargo, en los últimos años, un nuevo nombre ha comenzado a resonar con fuerza entre los amantes del lujo y la alta repostería: chocolate Dubai.

¿Qué es el chocolate Dubai?

Cuando se habla de “chocolate Dubai”, se hace referencia a chocolates que destacan por su altísima calidad, su presentación sofisticada y, a menudo, el uso de ingredientes premium como oro comestible de 24 quilates, azafrán iraní, pistachos de Irán, o incluso perlas trituradas.


En la receta original utilizan cacaos de origen único provenientes de países como Venezuela, Madagascar o Ecuador, y los combinan con ingredientes exóticos. La técnica de elaboración respeta métodos tradicionales, pero se moderniza en la presentación y en los acabados, creando bombones, tabletas y figuras que parecen obras de arte.

Algunas de las casas de chocolate más famosas en Dubai también ofrecen experiencias personalizadas, donde los clientes pueden encargar chocolates hechos a medida, eligiendo no solo los sabores sino también los acabados: desde cajas decoradas con cristales Swarovski hasta envoltorios en láminas de  oro.

Ingredientes para prepararlo en casa:

200 gramos de chocolate con leche o semiamargo de buena calidad.

100 gramos de pasta de pistacho (la conseguís en casas de repostería, dietéticas o en negocios de frutos secos. Si no la conseguís, podés hacerla procesando pistachos tostados sin sal hasta lograr una pasta, aunque la textura no va a ser la misma).

50 gramos de kadaif (lo podés encontrar en supermercados grandes con sección internacional o en locales de productos árabes. Si no conseguís, podés reemplazarlo por fideos cabello de ángel bien finitos).

1 cucharada de manteca derretida (solo si usás los fideos como reemplazo del kadaif)..

Preparación:

Preparar el kadaif (o la alternativa):

Si usás kadaif: desmenuzá las hebras con cuidado. Derretí la manteca en una sartén a fuego medio y tostá el kadaif hasta que esté doradito y crocante. Retirá del fuego y dejá enfriar.

Si usás fideos cabello de ángel: rompé los fideos en pedacitos bien chicos. Derretí la manteca en una sartén a fuego medio y tostalos hasta que estén dorados y crujientes. Retirá del fuego y dejá enfriar.

Preparar el relleno:

En un bowl, mezclá la pasta de pistacho con el kadaif (o los fideos tostados) hasta que quede todo bien integrado.

Derretir el chocolate:

Cortá el chocolate en pedazos y derretilo a baño maría o en el microondas en intervalos de 30 segundos, revolviendo cada vez para que no se queme.

Armar el chocolate Dubai:

Volcá una capa fina de chocolate derretido en un molde rectangular para tabletas (podés usar uno de silicona o de plástico).

Llevá el molde al freezer o a la heladera por unos 10-15 minutos para que el chocolate se endurezca un poco.

Sacá el molde y agregá una capa generosa del relleno de pistacho y kadaif. Apretá suavemente para que quede parejo.

Cubrí todo con el resto del chocolate derretido, asegurándote de tapar bien el relleno.

Dale unos golpecitos suaves al molde para sacar las burbujas de aire.

Enfriar:

Llevá de nuevo al freezer o a la heladera y dejalo enfriar al menos 1 hora, hasta que el chocolate esté bien firme. Luego desmoldá con cuidado tu chocolate Dubai casero.


Si te antoja hacer en casa Kadaif ...

Aquí va el video   ¡Es facilísimo!




El chocolate de Dubai llegó a la Argentina: cómo hacer y dónde probar (msn.com)

Gracias por pasar por mi espacio el cual está hecho pensando en vos

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