Este tradicional adorno tiene una bonita historia que lo hace atractivo para formar parte de tu Navidad
¿Qué son los cascanueces?
En su origen más literal, cascanueces designa un utensilio para partir nueces mediante presión. Sin embargo, con el paso de los siglos este término adoptó una identidad completamente distinta: la de los muñecos de madera con apariencia de soldado, mandíbula prominente y una pequeña palanca en la espalda que permite abrir y cerrar la boca.
Los primeros modelos aparecieron en Alemania alrededor del siglo XV, donde se les consideraba talismanes que protegían el hogar de energías negativas. Más tarde, durante el siglo XVIII, artesanos alemanes comenzaron a tallar cascanueces decorativos en madera de abeto y haya, pintados a mano y acompañados de detalles como barbas de piel natural.
Aunque en la actualidad pueden encontrarse versiones de resina, plástico o metal, el diseño clásico sigue siendo el preferido por los coleccionistas.
¿Cuál es la verdadera historia del Cascanueces?
La historia del cascanueces tal como la conocemos no nació en los talleres de los artesanos, sino en la literatura. El escritor E.T.A. Hoffmann presentó en 1816 el cuento El cascanueces y el rey de los ratones, donde una niña llamada Marie recibe un cascanueces como regalo de Navidad y, al quedarse dormida, descubre que el juguete cobra vida para librar una batalla épica contra un ejército de roedores.
Este relato fue adaptado más tarde por Alexandre Dumas en una versión más dulce que sirvió como base para el ballet de Tchaikovsky. De ahí en adelante, el cascanueces dejó de ser solo un juguete y se transformó en un símbolo navideño universal.
¿Cuál es el origen del cuento “El cascanueces y el rey de los ratones”?
El origen del cascanueces literario se relaciona con las tradiciones germánicas que narraban la creación de estos muñecos como guardianes domésticos. Se cuenta que un artesano alemán construyó un soldadito que rompía nueces con los dientes para ayudar a un granjero, y que este diseño se volvió tan popular que pronto se convirtió en un amuleto de prosperidad.
Hoffmann tomó esta tradición y la entrelazó con elementos fantásticos, llevando la figura del cascanueces a un nuevo nivel. Sus ilustraciones y personajes inspiraron a artesanos como Wilhelm Friedrich Füchtner, conocido como “el padre del cascanueces moderno”, quien en 1870 empezó a producir los modelos que hoy reconocemos.
Con la llegada de la tecnología y el diseño, el cascanueces ha sufrido un rediseño total, hay muchos fans de este género que añaden con entusiasmo ejemplares inusuales a su colección personal.
Seguramente a esta altura del relato te preguntarás: No tengo cascanueces y ahora qué hago? Uso la fuerza de mis manos? Uso un mortero y le pego un golpe? Busco un martillo y zasss! pero...se me cayó y la estoy buscando por el piso!!!
No hagas como el soldadito de la historia que rompía nueces con los dientes para ayudar a un granjero!
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FELIZ NAVIDAD
Sin tener que acudir de urgencia al dentista
Cascanueces: historia, origen y significado del personaje navideño | Architectural Digest
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