La misma se obtiene a partir del secado y posterior molienda del orujo de uva. El orujo es lo que queda de la fruta luego de haber sido aplastada para obtener el vino (básicamente, pieles y algunas semillas).
Los estudios realizados por la Universidad de Waterloo (en Ontario), con apoyo del Ministerio de Industria de Canadá, han confirmado que la harina de vino es rica en: potasio, hierro, calcio, vitamina A, fibra, Omega 6 y Omega 3.
Pero su componente clave son los polifenoles, poderosos antioxidantes naturales son quienes retardan el envejecimiento. También neutralizan los radicales libres, mejoran la circulación sanguínea, fortalecen los capilares sanguíneos, previenen afecciones cardíacas al evitar la formación de coágulos, protegen del cáncer, mejoran la piel, reducen el daño de la fibromialgia, detienen la degeneración macular y mejoran la vista.
Entre los polifenoles, el más destacado es el resveratrol. Es un potente bioflavonoide fácilmente asimilable por el organismo. Se encuentra en la uva y en otros frutos, como las nueces, las moras y los arándanos. Por cierto, el vino tinto también aporta resveratrol, pero para obtener una cantidad similar a la que aportan 10 g de harina de vino, nos veríamos obligados a una elevada ingesta alcohólica (aproximadamente 1 litro de vino), con sus consecuentes perjuicios.
Continuando el tema, el resveratrol (complejo de proantocianidinas oligoméricas) actúa activando enzimas, retardando el envejecimiento y prolongan la vida celular. Además, neutraliza la acción oxidante de los radicales libres. Estos compuestos no son más que átomos de oxígeno que han perdido un electrón, y en su afán por estabilizarse, ponen en marcha una nefasta cascada oxidaba que muchos consideran la causa principal de las enfermedades degenerativas y el envejecimiento prematuro. Los radicales libres son productos normales del metabolismo corporal, pero en las últimas décadas han cobrado importancia por dos motivos: hemos incrementado su presencia a través del cigarrillo, la refinación de los alimentos, la contaminación, etc., y hemos disminuido el consumo de alimentos protectores que aporten antioxidantes naturales
El resveratrol tiene la capacidad de donar varios electrones para estabilizar muchos radicales libres, sin volverse peligroso (no altera su valencia), estimándose que tiene una potencia antioxidante 50 veces mayor que la vitamina E y 20 veces superiora la vitamina C.
La harina de vino se puede consumir regularmente y en pequeña dosis, disuelta en jugo, yogur o té. También se puede emplear como un ingrediente más en cualquier preparación culinaria. Por ejemplo: en panes, masitas, barras energéticas, pastas, quesos, etc. les aporta color púrpura y un sabor levemente ácido.
El pan de color violeta resulta muy llamativo para los niños, quienes lo comen gustosos. De esta manera, ganan todos los beneficios del vino tinto, pero sin riesgos para su salud.
http://www.mimediconatural.com/que-es-la-harina-de-vino-propiedades/
NUNCA TINHA OUVIDO FALAR!
ResponderEliminarbj
el vino todo lo puede ja... para cuando los caramelos de vino tinto?
ResponderEliminarel color de la harina se ve muy bien igual eh....saludos...
No conocia. Hay cada cosa!
ResponderEliminarBesitos
Un buen descubrimiento, se aprovecha la materia con un buen resultado, a ver si se comercializa por todas partes, un abrazo.
ResponderEliminarMuy interesante la informacion.besicoss
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