La comida tradicional en algunos grupos indígenas de la región amazónica, especialmente entre baniwas, el uso de las hormigas como ingrediente ha sido profundamente estudiado por el chef Alex Atala y tiene chefs gastronómicas sorprendentes y críticos de varios países.
El cocinero brasileño Alex Atala (São Paulo) fue premiado por la Academia de los “50 Mejores restaurantes de América Latina”. El galardón “Diners Club de la edición americana de los 50 Best” valora “la contribución esencial de Atala a la identidad culinaria de Brasil en América Latina y en el mundo entero”. “Con su innovador restaurante D.O.M., Alex Atala ha ayudado a poner la cocina de su país en el mapa gastronómico mundial y al mismo tiempo cambiar la forma en que se sirve la comida en todos los establecimientos de Brasil. Atala es un chef moderno: su cocina acoge las nuevas técnicas y alienta la creatividad, pero también conserva una identidad cultural profundamente arraigada que lo hacen tornarse en una fuente de inspiración para los chefs de América Latina y de todo el mundo.
El restaurante D.O.M. de alta gastronomía (creado en 1999) que Atala tiene en São Paulo es un establecimiento de cocina casera inspirado en las recetas familiares brasileñas, donde organiza con frecuencia galinhadas, comidas donde debate con sus colegas cocineros el panorama gastronómico de su país. Implicado en el aprendizaje y en el conocimiento continuo, Atala ha editado libros divulgativos sobre la cocina brasileña y la puesta en valor de los ingredientes amazónicos, que él usa en su restaurante y anima a otros a hacer lo mismo. Entre sus excentricidades se encuentra un postre realizado con hormigas. El costo por persona en su restó alcanza los 200 euros
A propósito! Seguro que en este punto de la lectura ya querrás conocer más sobre estas hormigas
Las hormigas santandereanas, que desde inmemoriales tiempos
constituyen delicioso y nutritivo regalo del paladar para buena parte de los colombianos
y no de pocos extranjeros que cada día las apetecen más, también tienen
su propia historia y están directamente relacionadas con aspectos folklóricos muy
interesantes de la región donde exclusivamente resolvieron acogerse.
Esta variedad de hymenóptero, de color amarillo oscuro, cabeza gruesa, tó-
rax delgado y abdomen extraordinariamente abultado con relación al resto de
su cuerpo, provista de fuertes tenazas y cuatro alas vistosas.
En ninguna otra comarca han podido aclimatarse, como tampoco en otra parte del país ni del exterior, a
donde interesadas personas han tratado de llevarlas con fines de aprovechamientosiendo originaria
únicamente de una bien delimitada región del actual departamento de Santander.
Para los españoles fue una gran sorpresa cuando Martín
Galeano, allá por el año de 1540, recorrieron por primera vez las regiones de Guanentá
y encontraron que los naturales de ellas tenían por alimentación principal la yuca,el maíz y unos pequeños insectos, a los cuales les daban el nombre
de copricó, y que son las suculentas hormigas “culonas”. Los indígenas tenían multitud de hormigueros cercados
que les habían sido adjudicados en propiedad particular por su cacique, y que de
ellos disponían con amplia libertad.
El poder alimenticio de las
hormigas “culonas” era entre ellos un regalo predilecto para los enfermos,
palúdicos, etc., pero de una manera especialísima para los novios o
futuros contrayentes, pues el hombre para saber como asunto definitivo
si su “adorado tormento” lo quería, observaba con cierta anticipación
el camino o lugar por donde ella pasaría, y así, como quien no quiere
la cosa, le dejaba a la orilla del camino, colgando de un arbolito, unas “hormigas”. Si la muchacha las recogía y llegaba con ellas
a la casa y las mostraba, se formaba la gran algarabía de gusto para felicitarlos,
y luego celebrar el matrimonio, que debía hacerse en la próxima
“luna llena” en su primera noche de salida, en una explanada como de
una hectárea, en donde reunidos el Cacique, los padres de los novios y
los demás aborígenes, los novios se situaban en una extremidad, de donde
a la voz del Cacique, la novia salía corriendo por el centro para que
la alcanzara el novio. ¡Y cómo son las cosas de la naturaleza humana!
Cuenta la tradición que la novia corría despacio y el
novio a grandes “zancadas”, capturándola así muy fácilmente. Durante la fiesta matrimonial, la pareja de recién casados eran obsequiados
principalmente con “hormigas culonas” para su luna de miel, pues tenían la firme creencia de que
alimentándose la pareja en ese lapso con “hormigas culonas”, sus hijos
salían muy fuertes y vigorosos.
Otra cualidad de estas simpáticas hormigas, que he podido observar entre los
campesinos de la región socorrana, es la de que no solo sirven como alimento sino
también como medicina. En efecto, y para darle mayor autoridad a mi observación,
transcribo lo que dice el ya citado señor Martínez Villalba sobre las costumbres de
los indígenas de la región de Guane: “También usaban las hormigas de que nos
venimos ocupando, finamente molidas, para usarlas en forma de cataplasmas sobre
el ombligo o en parches sobre las sienes, detrás de las orejas.
Se comprobó que poseen una propiedad analgésica. Se cuenta que hace algunos años una persona de Colombia
envió a un familiar suyo, estudiante en Bélgica, un paquete de hormigas que no
fue entregado a su destinatario porque el merciólogo de la aduana de Bruselas
lo consideró como un elemento extraño y acaso un peligroso contrabando de
estupefacientes, pues al practicar el análisis químico se presentó una reacción
de cocaína. Hubo una reclamación diplomática y el paquete regresó a Colombia.
Llamado el doctor Murillo por el Ministerio de Relaciones Exteriores, practicó
a las hormigas del mismo paquete un análisis similar al del merciólogo belga, y
le dio el mismo resultado. Sorprendido, llamó al profesor Antonio María Barriga
Villalba, y ambos hicieron un análisis exhaustivo. Les dio una reacción semejante
a la cocaína, aunque naturalmente, pudieron comprobarlo, no era el alcaloide de
origen vegetal, pero sí un analgésico de iguales propiedades y de origen animal.
He ahí confirmado científicamente el por qué los indígenas guanes y los actuales campesinos santandereanos, utilizan a la culona como
remedio para los dolores de cabeza, de oídos y de estómago.
Seguro que tenés curiosidad por ver cómo son y cómo se hace una preparación simple con ellas
Seguro que tenés curiosidad por ver cómo son y cómo se hace una preparación simple con ellas
¡aquí va!:
http://www.mincultura.gov.co/Sitios/patrimonio/bibliotecas-de-cocinas/tomos/tomo15.pdf
Una interesante explicación, con historia incluida.
ResponderEliminarAunque tengo de confesar que por ahora no me apetece mucho probarlas.
Besos
Vaya cosas, aunque a mi no me seduce mucho la idea jejeje.
ResponderEliminarUn besazo
Uf... por muy buenas que sean supuestamente, la verdad es que prefiero no probarlas... Tengo ciertas reticencias, besos.
ResponderEliminarInteresante post, pero llamame rara o no jeje a mí no me llaman nada jeje por lo que hoy por hoy no las probaría jeje,besos
ResponderEliminarMuy interesante , ya había escuchado de ellas, pero creo que no estoy preparada para probarlas, cuestión mental.
ResponderEliminarBesos
Puff!!!, yo tampoco se si podría comerlas..., aunque, bueno..., por mi zona solemos comer las Ancas de Rana, que por cierto...están buenísimas. A mi me salen de vicio!!!!. Así que no lo descarto...Besines!!!!
ResponderEliminarMe parece muy interesanta la informacion,pero a mi de momemto tampoco me apetece probarlas.besicoss
ResponderEliminarCuando vivía en Colombia mi hermana compró un paquete con hormigas culonas para que las probáramos, reconozco que no quise comerlas por el aspecto que tienen, pero mi mamá y mi hermana dijeron que saben a maní salado y que son deliciosas. Creo que una vez superado el rechazo por el aspecto del insecto pueden ser un apetitoso snack.
ResponderEliminarSaludos!
Los insectos tienen mucha proteína, han de ser sabrosas. Acá los chapulines son platillo muy preciado en una zona del país.
ResponderEliminarUn beso.
son deliciosas crujientes estoy haciendo un pan con hormiga colona y todos degustaron y quedaron encantados por el buen sabor y todos los ingredientes que le adicione...un caviar santanderino.muchas gracias
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