...en estos días lo tuvimos como invitado muy especial en nuestras mesas.
¿Te preguntaste cómo se producen sus burbujas?
Los vinos (y el Champagne es uno de ellos) se convierten en tales como consecuencia de la fermentación.
Tras la primera fermentación se embotella y a la nueva mezcla se le agrega levadura natural y un poco de azúcar (sacarosa). Con ello se inicia la segunda fermentación (de 15 meses, como mínimo, aunque lo normal es que sea de varios años), donde el vino se transforma en aromático y espumoso champaña.
Tras esta segunda fermentación viene el “degüello”, que consiste en volver a abrir las botellas (inclinadas previamente hacia abajo), quitarles el sedimento producido por la segunda fermentación y añadirles tanta champaña como se perdió al momento de quitar el sedimento, y un poco de azúcar adicional. Del sabor dulce que esta última cantidad de azúcar le da a la champaña se deriva la última clasificación de la bebida: extra brut, brut, sec o démi-sec, que son grados de sequedad y dulzura. Todo este proceso es conocido como el Método Champenoise o tradicional.
Los espumosos conocidos como Champagne son aquellos que pertenecen a la Denominación de Origen "Champagne AOC". Para su producción se usan están autorizadas tres uvas: las tintas Pinot Noir y Pinot Meunier y la blanca Chardonnay.
Las casas más famosas de la región son Moët et Chandon (destacando su Deluxe Cuvée Dom Perignon), Veuve Clicquot Ponsardin (La Grand Dame), Pol Roger (Cuvée Sir Winston Churchil), Louis Reoderer (Cristal). También son importantes Krug, Deutz, Charles Heidsieck, Bollinger, Mumm, Ruinart, Taittinger y Salon.
Existen algunos términos que pueden aparecer en las etiquetas y que es importante conocer:
Blanc de Blancs: Hechos sólo a partir de uvas blancas, específicamente la Chardonnay.
Blanc de Noirs: Hechos de uvas tintas a las que se les quita el hollejo antes de ser prensadas.
Rosé: Mezcla de vinos de uvas bancas y tintas.
Vintage: Son lo que provienen de una cosecha determinada que el productor considera suficientemente buena coma para embotellarla sin mezclas
Non vintage: No tienen fecha de cosecha. Son resultado de una mezcla de vinos de distintos años.
Brut, Sec, Demi-sec, Doux: Son los grados de dulzura empezando desde el más seco. Este grado está determinado por la cantidad de azúcar añadida en el proceso.
Pero Champagne no es la única región francesa en la que se producen vinos espumosos de calidad. El término Crémant sirve para describir espumosos producidos con el Méthode Champenoise en distintas regiones como Borgoña, Alsacia y el Valle del Loira. Un escalón debajo están los genéricamente conocidos como Mousseux (palabra que se deriva de la "mousse" que forman las burbujas).
Fuera de Francia encontramos el popular Cava español hecho también con el método tradicional y en el que se utilizan principalmente las uvas Parellada, Macabeo y Xarel-Lo. En Lima encontramos varios ejemplos destacando Freixenet y Codorniu. Son alternativas baratas (especialmente el Cordón Negro de Freixenet) que pueden reemplazar con corrección un Champagne Brut.
En Italia destaca el famoso dulce Asti Spumante hecho a base de la Uva Moscato. También es famoso el Prosecco di Conegliano.
En otros países vinícolas se hacen también vinos espumosos de diversas calidades: Alemania (conocido como Sekt), Estados Unidos, Australia, Chile, Argentina (donde destaca el Chandon Brut)..
Los vinos espumosos secos pueden acompañar una serie de aperitivos. El complemento clásico es el caviar, pero funciona muy bien con todo tipo de canapés.
Los demi-sec y los dulces son buenos para postres basados en frutos rojos y crema. También con mousses de fruta y merengues.
¡Cuidado con las bromas! el dióxido de carbono eyecta el corcho de la botella de champán a 60 km/h.
El champán tiene “fotofobia”, esto es, no le sienta nada bien la luz. Y eso, ¿por qué? La explicación está en los rayos ultravioletas de la luz, que degradan algunos éteres presentes en esta bebida alcohólica. De ahí el color oscuro de las botellas. En casa se lo almacena en posición vertical.
El espumante puede dar dolor de cabeza o mareos según sea la rapidez con que se toma. El cuerpo puede procesar una copa de vino en 1 hora , está demostrado que el gas carbónico ayuda a ingresar el alcohol más rápido en nuestro cuerpo: "se nos subió a la cabeza", decimos.
En mi caso tomo unos sorbos y me mareo enseguida
¿y vos?
http://blogs.elcomercio.pe/vinasyvinetas/2007/08/el_misterio_de_las_burbujas.html