Páginas

lunes, 28 de noviembre de 2022

¿Por qué explotan las palomitas de maíz?


Como todos los granos de cereales, cada grano de maíz para palomitas contiene una cierta cantidad de humedad en su endospermo (núcleo almidonado con hasta 90% de almidón). A diferencia de la mayoría de los otros granos, la corteza externa o pericarpio, es muy gruesa e impermeable a la humedad.

A medida que el grano es calentado más allá de su punto de ebullición (100 C), hasta los 175 °C, el agua dentro del grano empieza a convertirse en vapor, generando presiones internas de hasta unas 9 atmosferas.

En la mayoría de los granos (incluyendo los granos defectuosos del maíz para palomitas), este vapor escapa tan rápido como se forma, pero en los granos del maíz para palomitas, el vapor no escapa debido a lo grueso e impermeable del pericarpio (corteza) que lo mantiene sellado, pero la presión interna llega a tal punto que la corteza no puede contenerla y ocurre una pequeña explosión.

La fuerza de la explosión voltea al grano de adentro hacia fuera, es decir el contenido del núcleo es expuesto. Pero aún más importante, debido a que la humedad se encontraba uniformemente distribuida dentro del núcleo almidonado, la expansión repentina de la explosión convierte el endosperma en una especie de espuma, la cual le da a las palomitas su textura única.

Existen dos explicaciones para aquellos granos que no revientan después de haber sido expuestos a altas temperaturas. La primera es que los granos que no reventaron no tenían la suficiente humedad para crear el vapor necesario para explotar.

La segunda explicación, de acuerdo a la investigación realizada en el 2005 por el Dr. Bruce Hamaker de la Universidad de Purdue, los granos que no explotan pueden tener la corteza agujereada, que también impide que se genere la presión suficiente para que revienten.

Para un domingo de películas te dejo cómo preparar Palomitas saborizadas

¿Qué maíz sirve para hacer pochoclo -palomitas?

La variedad de maíz llamada "pisingallo" pues contiene la proporción ideal de proteína y almidón que provoca que explote, además, los granos no explotan cuando están demasiado secos (viejos)

¡Cuidado con los que no explotan!. Si alguno de ellos cae en tu boca corres el riego de que se te rompa una muela.



http://hoyinvitoyoenlaradio.blogspot.com/2010/02/historia-del-pochoclo-o-palomita-de.html

miércoles, 16 de noviembre de 2022

¿ Sabés cuándo se inventó la primera dieta?

 


¿Desde cuándo pensamos que “hacer dieta” significa seguir un régimen alimentario estricto y monótono para adelgazar o para curar algunas enfermedades?

 «Un vaso de agua calma la sed. Un puñado de vegetales fortalece el corazón. Toma una sola cosa en lugar de manjares. Un pedazo pequeño en lugar de uno grande». Son reflexiones muy antiguas pero nada desencaminadas. Según el doctor Juanjo Cáceres, historiador de la alimentación, tales reflexiones han llegado a nosotros en un papiro datado entre los años 1929 y 1895 a. C., pero su origen podría remontarse a la época del faráon Seneferu, entre 2613 y 2589 a. C.

Cuando vivía el médico griego Hipócrates, las tasas de sobrepeso no se parecían en nada a la actual pandemia de obesidad. Sin embargo, en aquel entonces (siglo V a. C.) también se daba valor a tomar menos calorías que las gastadas. Hipócrates (que afirmaba «que tu alimento sea tu medicina»), dejó unas cuantas pautas para la obesidad. Algunas de ellas no tienen sentido a la luz de la medicina actual (es el caso de dar «comida seca» al «obeso con laxitud muscular y complexión roja»), mientras que otras siguen en uso: «Los obesos y aquellos que desean perder peso deberían llevar a cabo unos fuertes ejercicios antes de la comida». Le dio la razón, en octubre de 2006, una revisión sistemática de la literatura científica -‘Ejercicio para el sobrepeso o la obesidad‘-, publicada en la revista Cochrane Database of Systematic Reviews.

Saltarse el desayuno para compensar excesos, tradición de 2.100 años

«Un cuerpo cargado de alimentos embrutece el espíritu y convierte en terrenal el aire divino que nos anima». Así de categórico se expresaba el poeta Horacio en una época en la que eran frecuentes los festines romanos. Festines en los que las clases acomodadas comían hasta ganar varios kilos de más y que pretendían compensar esas fiestas pantagruélicas mediante la sustitución del desayuno por un vaso de agua. Para Horacio, que vivió entre los años 65 a. C. y 8 a. C., el exceso en la ingesta de alimentos puede enfermar al ser humano. Ningún comité de nutrición quitaría hoy la razón al poeta, dado que al menos una de cada 13 muertes podría estar asociada con el exceso de peso en Europa. El informe del Ministerio de Sanidad ‘Tendencia de los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas‘ indica que «la obesidad es responsable del 80% de los casos de diabetes del adulto, del 55% de los de hipertensión arterial en adultos y del 35% de los casos de la enfermedad coronaria».

Galeno, el primer dietista: consejos de hace 1.800 años

El libro ‘La alimentación y la nutrición a través de la historia’, antes citado, da pistas sobre quién puede haber sido el primer «dietista» de la historia, al menos desde un punto de vista formal. El griego Galeno (uno de los más célebres médicos de la antigüedad, que vivió en el siglo II d. C.) recogió en su libro ‘De Sanite Tuende‘ la siguiente consideración: «Yo he conseguido adelgazar a un paciente obeso en un tiempo breve aconsejándole que corriera velozmente […]. Tras el ejercicio […] le di abundante comida poco nutritiva a fin de saciarle y de que aquella se distribuyera en el cuerpo entero». La revisión Cochrane de 2006 también da la razón a Galeno, y no es el único documento actual que lo hace. El más reciente consenso español de prevención y tratamiento de la obesidad detalla que «el aumento de peso puede prevenirse mediante dietas que contengan alimentos con baja densidad energética 

Edad Contemporánea: peso, salud… y belleza

Una vez localizado el primer sanitario que podría acreditarse como «dietista cualificado», conviene hacer un salto hasta la Época Contemporánea, para citar al doctor Gregorio Marañón (1887-1960), autor, entre muchas otras obras, de la monografía ‘Gordos y flacos’. En ella, el prestigioso médico, historiador, escritor y pensador español incluye una inteligente consideración: «El obeso adulto, constituido, debe tener en cuenta que un adelgazamiento no será obra de un plan médico, sino de un cambio total de régimen de vida». Un mensaje que todavía sigue vigente. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades afirman hoy que el peso saludable «no es una dieta, es un estilo de vida».

En todo caso, Marañón también hace referencia a la «moda de la delgadez» de la época. Tras la Segunda Guerra Mundial, dicha moda se extiende y se produce el cambio de ideal de belleza femenino que impera hoy en día; un ideal andrógino, tubular (sin curvas) y, en muchas ocasiones, enfermizo.

La primera dieta milagro

En 1990, el doctor George Bray señaló en la revista International Journal of Obesity que una de las primeras «dietas» seguida por mucha gente (lo que hoy conocemos como «dieta milagro«) apareció en 1863, acuñada por William Banting, un abogado. Banting publicó un panfleto de 21 páginas titulado ‘Carta dirigida al público sobre la corpulencia’ en el que promovía una dieta rica en proteínas. Esta dieta, pese a que no ha demostrado cumplir sus grandes y ambiciosas promesas, sigue de moda. Fue el preámbulo de las numerosas propuestas dietéticas mágicas, heterodoxas y pintorescas que año tras año invaden el mercado, sin ruborizarse por su ausencia del más mínimo rigor científico.


Me quedo con lo expresado por el Dr. Marañón:  el peso saludable «no es una dieta, es un estilo de vida



https://www.consumer.es/alimentacion/cuando-se-invento-la-primera-dieta.html

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Todo lo que no te preguntaste sobre la piña-ananá

 La piña es la infrutescencia de una planta de poco porte (Ananas cosmosus). ¿Y qué es una infrutescencia? Es el resultado de una inflorescencia, es decir, de una disposición de flores sobre un tallo.




El término "piña" se adoptó por su semejanza con el cono de una conífera; la palabra ananá es de origen guaraní, del vocable naná naná, que significa «perfume de los perfumes».
Ananas es una latinización que deriva de la anterior. (Ananas cosmosus) Cosmosus, epíteto latín que significa peludo y, en el caso de las plantas, se refiere a las numerosas hojas, o sea "hojoso", "frondoso"

fruto en flor



Si se te ocurre hacer la experiencia de tener una planta de ananá sólo tenés que poner el penacho en agua y a las 2 semanas la tendrás así



Luego la pasás a tierra o a una maceta.

Recordá que es una planta tropical y no le gusta el frío, prospera con temperaturas de no menos de 20°

La piña es una de las frutas que más me gusta en el verano. En la ensalada de frutas queda espectacular pero por su hermoso porte puede servir como elemento decorativo de las mesas



 Su origen hay que situarlo en América del Sur, no acostumbra a crecer más de 1.5 metros de altura y fructifica con una frecuencia trianual. Su crecimiento se basa en los rebrotes que aparecen en la base de la planta madre de forma periódica.

Como dato curioso, cabe resaltar que la piña es un fruto climatérico, es decir, hay que recolectarlo ya maduro, debido a que una vez arrancado ya no madura más. Es por esto que la mayoría de las importaciones se realizan por vía aérea.




La planta de la piña es perennifolia y pertenece a la familia de las Bromeliáceas,  como muchas de las plantas de interior que podemos comprar en viveros y floristerías: Vrieseas, Guzmanias, etc. A diferencia de las plantas de su misma familia, la Ananas comosus, es la única que no es epífita, o sea, que no necesita crecer encima de otro vegetal, como soporte, para asegurarse la supervivencia.


Su polinización, en su entorno natural, se produce gracias a la acción de los alargados picos de los colibrís.




¿Sabías que cada una de esas protuberancias fue una flor?